La dificultad de las empresas constructoras y promotoras para encontrar mano de obra cualificada ha sido objeto de una gran cantidad de artículos y debates durante los últimos meses.

Ahora mismo, la construcción emplea a 1,2 millones de trabajadores, pero según datos facilitados por algunos medios de comunicación,con la llegada de los fondos europeos se necesitarán 2 millones de trabajadores, generándose un problema en el sector, ya que actualmente las 800.000 personas que son necesarias para cubrir esos puestos son una incertidumbre.

Se podrán cubrir puestos con trabajadores que puedan venir de sectores como el turismo, hostelería, restauración o transporte, que derivados por la situación de la pandemia decidieron prescindir de sus empleados. Pero el gran hándicap reside en los jóvenes, ya que ni siquiera el 40% actual del paro juvenil tiene un mínimo interés en la construcción.

Desde las empresas constructoras se está haciendo un llamamiento para encontrar trabajadores que puedan cubrir los perfiles más demandados. Para ello instan a que ese perfil laboral joven se adapte a las nuevas formas de construir, como por ejemplo los relacionados con la energía eólica, fotovoltaica, aplicaciones de realidad virtual 3D o tecnología BIM, y de este modo dar otra visión a la construcción que no sea el que tenemos actualmente, que es la arena y la carretilla, sino una visión de modernidad, sostenibilidad, maquinaria y tecnología.

Encontrar trabajadores que puedan acreditar su especialización mediante una titulación es realmente complicado, ya que, si vemos las estadísticas de ocupación en el sector, en las relativas a su nivel de formación, muy pocos pueden acreditar formalmente su oficio. Los oficiales de mayor experiencia que encontrábamos en las obras, hace unos 10 ó 15 años, están hoy jubilados y pocos de los trabajadores que fueron formados in situ en la obra por ellos, pueden demostrar dicha acreditación en su especialización.

El Gobierno prepara una reforma integral de la FP para intentar atender una de las grandes demandas por parte de las compañías, que sería acercar este tipo de formación a las necesidades empresariales. El anteproyecto recoge, entre otros puntos, impulsar la Formación Profesional DUAL, para que los centros de formación estén vinculados directamente con las empresas y su formación se complemente tanto a nivel teórico como práctico.

El texto actualmente está siendo revisado para llevar a cabo las negociaciones con los distintos homólogos, y concretar el desarrollo normativo, así que no está definido en su totalidad, siendo sometido todavía a cambios. Aparte de poder cursar los módulos de Formación Profesional, lo que quiere contemplar también la norma, es que los estudiantes que hayan conseguido el título de FP Superior, puedan optar a algunas asignaturas en la universidad mediante la creación de másteres profesionales, y viceversa, puesto que en nuestro sector no solo hace falta mano de obra poco cualificada, sino también especializada.

Otro de los factores de los que nos hacemos eco y que se refleja en las declaraciones realizadas por Pedro Fernández Alén, Presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y que hay que tener en cuenta en nuestro sector: El Envejecimiento

“Desde el sector de la construcción miramos con especial atención esta reforma, ya que somos conscientes de la importancia de mejorar la formación y la cualificación de los futuros trabajadores, sobre todo en un momento tan trascendental para nosotros. La llegada de los fondos europeos agravará el déficit de mano de obra y el aterrizaje de jóvenes en el sector será vital para rejuvenecer las plantillas y garantizar el relevo generacional, sobre todo, de las que están a pie de obra».

La patronal de promotores y constructores madrileña ASPRIMA nos ofrece unos datos preocupantes, ya que asegura que la presencia de menores de 34 años ha pasado del 43% al 18% en los últimos años. Según estas cifras, nuestro sector, es un sector envejecido ya que esta profesión no suscita interés entre los jóvenes, y por ello los trabajadores que se dedican a este oficio no tienen sustitutos naturales para poder desarrollarlo. (Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), los trabajadores de entre los 35 y 54 años concentran el 65% de la afiliación del sector y el 18% tiene más de 55 años).

La construcción llegó a tener en el 2008, unos 2,8 millones de trabajadores, cifra que con la crisis cayó hasta los 800.000, su crecimiento ha sido paulatino hasta llegar a los 1,3 millones de empleos actuales. Una gran parte de esos profesionales se vieron forzados a cambiar de sector y luego no volvieron a la construcción, por ello, esta mano de obra especializada y experimentada es la que no se ha conseguido paliar con nuevos operarios con lo que España perdió mano de obra que no ha sido capaz de recuperar.

Según datos del Observatorio Industrial de la Construcción, emitido por la Fundación Laboral de la Construcción, en el primer semestre del año se firmaron 572.857 contratos de construcción, aumentando un 2,9% respecto a 2020.

También los contratos que requieren actividades de construcción especializada, donde estarían reflejados los correspondientes a reformas, tuvieron un repunte del 7,3% en el acumulado del primer semestre, siendo la rehabilitación, la protagonista del repunte de la construcción (y no solo se refieren estas cifras a la rehabilitación de viviendas).

Una vez expuestos todos estos datos, se observa claramente que hay una clara tendencia al alza en la demanda de mano de obra cualificada, por ello, deberían adoptarse medidas que mejoren el funcionamiento de nuestro mercado laboral, coordinando esfuerzos de los servicios públicos de empleo y de las organizaciones del sector, de forma que las empresas puedan encontrar a los trabajadores con los perfiles que necesitan y los trabajadores puedan encontrar el empleo con más facilidad, respaldados con una formación adecuada a su especialidad.

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Departamento de Márketing y Comunicación.